lunes, 27 de julio de 2015

Yo acuso... a Javier Cercas: el gran impostor. (Castellano)



La última novela de Cercas «El impostor» es sobre Enric Marco. Cercas lo considera el “monstruo de la impostura”, “el Maradona de la impostura”.
Enric Marco es un un antiguo miliciano de la revolución, seguramente de los pocos que quedan vivos y con la cabeza bien clara, un militante anarcosindicalista, ex secretario general de la CNT en Cataluña y España, víctima del franquismo y nazismo. Estuvo explicando el horror nazi en escuelas, instituciones y Parlamento, haciéndose pasar por haber estado deportado. Se le lincha por esta falsedad en los Medios de desinformación que padecemos. Cercas le remata en “El impostor”, de 421 páginas y aprovecha para reescribir la historia a su conveniencia, como ya es habitual en sus novelas.


Comienzo por una anécdota:

En la portada del libro está la clave: JAVIER CERCAS. El impostor. El gran impostor es en Cercas. El diseño lo ha debido crear algún subversivo. La imagen muestra un tipo gris, clase media, oficinista, de la edad de Cercas, que se esconde, y un nombre con mayúsculas, JAVIER CERCAS, y el calificativo El impostor. El hombre de la edad de Cercas, se tapa la cara, observa a escondidas entre sus dedos. Se trata evidentemente de un verdadero lapsus freudiano, de orden psicoanalítico.

La falsa novela "El impostor" es una impostura.
Es un engaño del inicio al final. Un gran engaño sobre la vida de Marco, una manipulación de la Historia y un fraude a los lectores. «El impostor» del Cercas es vomitivo y tóxico. Prosa de mercenario.
La novela es un ejemplo de cómo el Sistema controla y destruye los disidentes. Es un ejemplo de un escritor al servicio de los que mandan. No recomiendo la novela, a no se que se quiera investigar cómo nos influyen, cómo nos controlan, cómo se manipula la Historia. Revisionismo bien pagado y publicidad oficial.

¿Cómo puede ser que Cercas, para denunciar un supuesto impostor, deba construir una gran impostura con aroma venenoso de alcantarillado moral?


«El impostor» es un dossier policial y psiquiátrico.


“El impostor” no es una biografía de Enric Marco. Tampoco es una autobiografía de Cercas, ya que él explica cómo va construyendo la novela. Tampoco es una novela real, no ficticia, como la llama  Cercas. «El impostor» es el resultado de una investigación policial y también psiquiátrica, completamente inventada utilizando fechas biográficas de Enric Marco desde el nacimiento. Es un dossier inquisitorial, que le han dado masticado, que Cercas ha novelado, pasándolo a limpio, según escribe él. Una investigación destructiva, terrorista, siniestra, como son las de la policía política y de los psiquiatras al servicio de la policía.


Hay dos personajes falsos, sacados de la realidad.

1. Cercas es el investigador de "la verdad" de Enric Marco. Un personaje totalmente falso y repugnante. Se erige en investigador de la verdad y juez a la vez. Se designa como el inmaculado portavoz de la verdad, poniendo una máscara inmunda a su mezquindad. Pronostica que "el libro matará a Enric Marco". Toda la farsa se basa en unos psiquiatras, que no nombra, anónimos, que han diagnosticado a partir de la escoria mediática, a Enric Marco de "Narciso de manual". Unos psiquiatras, tal vez del CSID o de cualquier otra institución policial, que diagnostican a distancia y elaboran cuestionarios para clasificar disidentes.

La realidad es diferente: El personaje que en la novela hace de Cercas es un inquisidor, un Torquemada, un verdugo y también un comisario político. Cercas des-valoriza todo lo que representa Marco. Aprovecha para desprestigiar a los anarquistas, para reescribir la Historia y arrasar con la memoria histórica. Cercas hace creer que representa la verdad histórica, que es la de los ganadores de la guerra, la de los asesinos, la de los que mandan ahora y le pagan. La impunidad de los criminales es la ley que impera. Enric Marco es el cabeza de turco.

2. Enric Marco es el falso héroe, un mentiroso compulsivo de toda la vida, según el pseudo investigador Cercas, o según los investigadores policiales que le han asesorado. Resaltan que Enric Marco nació en un manicomio, de una madre loca, y el equipo de investigadores y psiquiatras concluyen que es «un narciso de manual", y evita mirarse en el espejo para no morir. Le clasifican de persona con un gran ego. Cercas y cía interpretan que se fabricó otra vida para escapar a su oficio de mecánico, a una vida triste, aburrida, monótona. Como escribe Cercas, son las vidas de  trabajadores. Seguramente es una proyección de la vida aburrida, monótona, triste, de oficinista y poco creativa del Cercas. Todo el día escribiendo para las élites. ¿Cómo lo puede aguantar un tipo que se llama de izquierdas? Un caso de psiquiatría...

Cercas escribe para hacer de espejo, para mostrarle la verdad a Enric Marco y así liquidarle. Se obsesiona con la leyenda de Narciso. La repite como un tantra a lo largo de la novela: Narciso muere cuando se mira en el espejo. De hecho, “El impostor” es el reflejo y espejo de Javier Cercas, y si tuviera algo de sensibilidad al menos debería morirse de vergüenza.

Cercas insulta a Enric Marco calificándole de repugnante, desagradable, y un sinfín de improperios que no quiero enumerar. Un dossier letal lleno de mentiras, escritas a conciencia, mezcladas con algunas verdades, destinado a cambiar la vida de un gran hombre.
El siniestro Cercas interroga, como Torquemada, y la víctima termina confesando, según la fantasía de mosquito del Cercas. Para completar el cuadro, Cercas confiesa  que ha disfrutado mucho escribiendo este libro.

El Enric Marco real tiene poco que ver con el del “El impostor”. En realidad es un miliciano superviviente de la Revolución del 36, un ex militar destacado en la guerra civil en defensa de la República, un resistente y opositor al franquismo y al nazismo, un líder sindical ejemplar en la transición, un líder de la memoria histórica de las víctimas del franquismo y del nazismo.
Por todo ello es objeto de una investigación especial, para anularle. Y ahora, a los 94 años, resiste y denuncia como lo ha hecho siempre. Un gran y admirable militante, un altruista, lo contrario de “un Narciso”. Una vida dedicada a los demás. Una vida ejemplar, se esté o no de acuerdo con sus posiciones políticas.


El autor, un falso novelista

La impostura del Cercas es hacerse pasar por novelista con el objetivo pernicioso de ensañarse con un militante de 94 años, indefenso y víctima de un linchamiento mediático.

Javier Cercas es un escribano hábil y prostituido. Es un funcionario leal y dócil con los Poderes instituidos. Lo descubrió Vargas Llosa, el pontífice máximo del neoliberalismo ultra, un reaccionario con máscara de socialdemócrata. Cercas es su discípulo de provincias. También es un neoliberal con piel de Izquierdista, antifranquista e incluso ateo (según Wikipedia). Maestro y discípulo se ven a menudo. Cercas firmó un comunicado de Vargas Llosa contra el catalán.

Cercas es un cobarde. Se atreve con los débiles, pero no con los poderosos. Destroza con mentiras a Enric Marco sin compasión. Es un cínico, ya que le dijo que sólo quería rehabilitarle, escribir la verdad.
Lo que no se atrevió a hacer el miliciano del Collell, fusilar a Sánchez Maza, el ideólogo falangista, es lo que ha hecho el mercenario Cercas con el anarquista superviviente de la Revolución, Enric Marco. Cercas ha disparado contra un antiguo miliciano de verdad sin compasión y por el dinero.

Cercas es un perverso. Desacredita e insulta a Enric Marco en los medios de comunicación, donde campa como por su propia casa, mientras Marco no puede expresarse, ni defenderse. Cercas es un vulgar vampiro de geriátrico, chupando la sangre a un venerable anciano, a un miliciano y militar de la República.

Javier Cercas es un difusor del pensamiento dominante y de las mentiras criminales del Imperio. Es un escribano muy bien pagado, en proporción directa a los servicios prestados.

El inquisidor Cercas sólo recoge lo que puede parecer negativo de Marco, o lo bueno que puede transformar malo. Lo cambia todo, amplifica alguna contradicción e intenta que confiese. Se la pasa arrancando informaciones a los amigos, familiares y al propio Marco. Proyecta, interpreta, supone y miente sólo en un sentido: la vida de Marco es una gran mentira. En cambio la vida ejemplar de luchador, resistente, formador, buen compañero, no le interesa al pseudo-investigador Cercas.

¿Serías capaz, Cercas, ponerte la lupa de aumento sobre ti? ¿ Te gustaría que te echaran encima los dóberman que tú has lanzado?


¿Quien ha hecho el encargo?

 Ilustración de Roser Pineda

Seguramente en Vargas Llosa. Quizás sólo como intermediario. En una de sus cenas le dice a Cercas: "Marco es un Personaje tuyo. Tienes que escribir sobre él".
Conocer quién ha hecho el encargo es importante para analizar correctamente la novela, donde el impostor Cercas hace de investigador de la verdad, psiquiatra, psicoanalista e historiador, sin serlo.

¿Qué fines?

La investigación final hecha por el equipo del Cercas, es sesgada y tiene una finalidad criminal, la de desprestigiar y controlar completamente y sin piedad a Enric Marco. Anularle, matarle.

¿Cómo se hace?  

Con un dossier como el que ha hecho Cercas, con un control absoluto de la persona. Cercas ha seguido el manual de las policías políticas actuales. Los que tienen el poder controlan a personas, a políticos y a disidentes. Los que controlan el pasado, controlan el presente. Por eso promocionan a Cercas. Esta es la finalidad primera, manifiesta y necesaria. Del dossier policial ya hablaremos. Según Cercas, la información se la dieron ya hecha.

La finalidad no dicha, pero manifiesta a lo largo del libro, es desprestigiar todo lo que representa Enric Marco: el miliciano que combate con armas a favor de la Revolución, el militar que defiende la República, los ideales anarquistas, la memoria histórica de las víctimas del franquismo, el anarcosindicalismo.

Otra finalidad de la novela de Cercas, es la de proteger y ocultar los verdaderos impostores,  los que dicen mentiras criminales y delictivas, que es el pan de cada día, sus amigos: la mafia de El País, Vargas Llosa y Cía.

Cercas hace creer que todo lo bueno que ha hecho Marco y todos sus ideales, son una impostura,  una estrategia de mentira para alimentar un monstruo, una persona ficticia que se ha inventado.

Estas estrategias profesionales y perversas para hundir a Enric Marco no se las ha inventado el oscuro, mediocre y pseudo novelista, que es Cercas. Alguien le ha ayudado ....

Resumiendo: el impostor Cercas se carga a las víctimas del franquismo y a la reducida e inexistente memoria histórica de las víctimas, a la CNT y al movimiento libertario, y al Marco, como hipérbole de la impostura.



Gráfico ÇRoser Pineda
 

Enric Marco es un irreductible y no se arrepiente de lo que ha hecho y menos de todo lo bueno y de sus luchas libertarias.
No se ha dejado controlar por Cercas. Ni confiesa. Todo lo contrario. Le está denunciando por mentiroso, estafador, impostor, a pesar de no tener acceso a los medios que nos controlan.
Sin confesión, las 421 páginas del Cercas no sirven. Cercas le hace algunos elogios para seducirle, para engañarle mejor, al igual que a los lectores. Le hizo un regalo que le encontró uno de sus colaboradores: una nota en la que está escrito, y por tanto certificado, que fue un militar destacado de la República, en "La Vanguardia" del 29 de septiembre 1938. No es "la vanguardia española ", como sale en el encabezamiento de la noticia escaneada. Sino simplemente "la Vanguardia". Un error de "El impostor" que no tiene nada que ver con la naturaleza esencialmente hipócrita del Cercas. Cercas le intentó engañar para obtener la confesión, como lo hacen los policías "buenos" en los interrogatorios. Le animaba a confesarse a él con mentiras: Le hacía creer que el malo Benito Bermejo estaba escribiendo un libro contra él y por tanto le argumentaba que era mejor se confesara con él, porque él estaba a su favor. El hipócrita Cercas le hacía creer que estaba a favor de él!  Un mentiroso, un impostor. Cercas queda auto-retratado como interrogador policial.

La Mercè Mas
El marido de Mercè Mas es Cercas. Parece que ella lo quiere dejar: es una buena noticia de la novela. La Mercè era de nuestra pandilla de la Bisbal, una flor especial de la bohemia y la contra-cultura, y también militante de la CNT en la Bisbal a los inicios de la transición. Le gustaba mucho el teatro. La Mercè lo envió al psicoanalista.
Creo que con este libro "El impostor", la impostura del Cercas habrá aumentado y sus traumas y perversidades habrán empeorado. Ahora la Mercè lo deberá enviar al psiquiatra.
 Ilustración de Roser PinedaLa otra buena noticia del libro son los dos análisis de la Mercè sobre el caso Marco. Son muy breves y de sentido común, análisis que desmontan la falsa novela de su  Ilustración de Roser Pinedamarido. Son estos:
- ¿Y a quien ha hecho daño Marco con esto (la mentira de encarnarse en víctima nazi)?
-Lo que no entiendo es que se encarnizasen con él como se encarnizaron, cuando hay por ahí tantos sinvergüenzas que han provocado muertes, que han robado y han hecho toda clase de porquerías y no es que nadie se meta con ellos: es que todo el mundo les lame el culo.

La Mercè convive con uno de los más grandes lameculos e impostores. No es para alegrarnos. El falso Cercas le dedica una novela falsa, tóxica y criminal, como si fuera una novela original, un libro decente, una novela que rehabilita al linchado y estigmatizado Marco. Todo al revés.

Cercas no debería haber involucrado a Mercè en este libro vomitivo ni tampoco su hijo Raül. No le veo la gracia el dedicar un libro tóxico a las personas que más quiere. No está bien de la cabeza. No debería haber utilizado a su hijo Raül de cámara para grabar las entrevistas para liquidar un militante de 94 años. Unas grabaciones que luego deberían analizar especialistas en el control social y manipulación de personas.

Unas sugerencias para el caso psiquiátrico «Cercas»,

Remedios terapéuticos gratis, naturales, sin profesionales de por medio:

El primero.
Dejar de ser un lameculos, un quintacolumnista, un traidor, un espía, un infiltrado, es decir, un impostor. Esto sería un gran paso hacia la decencia y la autenticidad.

El segundo.
Que Cercas se atreviera a escribir  un libro contra los grandes y reales impostores, los que han mentido criminalmente, como Aznar, Rato, Rajoy, Vargas Llosa y la mayoría de políticos con poder y periodistas a su servicio. El pobre Cercas debería renunciar a ser traducido, adulado como buen escritor por 4 lameculos de El País. Debería renunciar a ser difundido globalmente. Y cobraría mil veces menos.

Tercero.

Tener el valor de retirar "El impostor" de todas las librerías. Algunas ya lo han hecho cuando han tenido conocimiento de que es un libro tóxico y una falsa novela.


Txema Bofill, txemabo@gmail.com


Cuando escribí estas líneas no había terminado el libro. El resto del libro confirma estas pequeñas notas. Y puedo decir que me quedo muy corto, de momento.

Continuaremos
Web, donde recogemos información sobre Javier Cercas y Enric Marco:

http://contra-javiercercas.blogspot.com.es/


domingo, 26 de julio de 2015

Javier Cercas y su manipulación de la memoria histórica

Artículo publicado por Vicenç Navarro en la columna “Dominio Público” en el diario PÚBLICO, 1 de enero de 2015.

Este artículo critica la tesis del novelista Javier Cercas, que en su última novela ”El impostor” sostiene que en todo proceso de recuperar la memoria histórica hay una impostura, concluyendo que todos somos impostores. 



Escribir novelas es fantasear, dando la oportunidad de que el novelista, a través de su creatividad, imagine y cree una realidad donde exprese sus puntos de vista y sostenga y promueva sus tesis, lo cual hace ya sea abiertamente o no tan abiertamente, ya sea consciente o inconscientemente. Utilizo la palabra fantasear sin ninguna intención peyorativa. Solo lo hago con intención descriptiva.
El segundo punto que merece señalarse en el arte de fantasear es que cuando esta fantasía se desarrolla utilizando figuras y tiempos históricos, las ocasiones para la manipulación son enormes, pues el autor siempre puede defenderse subrayando que él o ella no es un historiador sino un novelista. De ahí que las novelas históricas reflejen muy claramente el punto de vista del novelista (también ocurre con el trabajo del historiador, pero este siente la necesidad, para defender su credibilidad, de mostrar datos y evidencia que sostengan sus puntos de vista). El novelista puede modificar la historia a su gusto, sin tener que explicar o defender nada. Y ahí es donde el margen de la manipulación es enorme.

La tercera observación es que la visibilidad mediática de un novelista tiene mucho que ver con su aceptabilidad por parte del establishment (es decir, de la estructura de poder) político-mediático de un país, que define lo que suele llamarse “la sabiduría convencional del país”. Esto sucede especialmente en España, donde la falta de oportunidades para los novelistas con voces críticas con dicha sabiduría convencional es enorme. 

Confirmando lo que digo, vemos hoy (en realidad, ya hace varios años) cómo el establishment político-mediático español ha estado promoviendo al Sr. Javier Cercas, altamente promocionado por el grupo Prisa y su diario El País, quien ha ido sintetizando la opinión aceptada del establishment liberal sobre la vida política del país, la cual, como era de esperar, ha ido evolucionando a medida que el tiempo nos ha ido distanciando de la transición que ocurrió en este país en la segunda mitad de los años setenta, pasando de una dictadura a una democracia. Al llegar tal periodo de transición, la percepción de los dos bandos de la Guerra Civil cambió notablemente. Se pasó de definir a los republicanos como “rojos” y “separatistas” a verlos como seres humanos, en carne y hueso, también con sus glorias y penas. En realidad, Javier Cercas incluso fue más allá, indicando que los perdedores de aquella guerra habían iniciado la reconciliación que aparece en el momento álgido de su novela Soldados de Salamina cuando el soldado republicano decide no dispararle un tiro al dirigente de la Falange, momento considerado simbólico en el inicio de la reconciliación. Ni que decir tiene que la novela recibió un enorme aplauso del establishment político mediático y de los “Santos Juliá” de este país (Santos Juliá es uno de los principales autores que han promovido la visión de la transición como modélica, basada en la reconciliación) que la promovieron activamente, concluyendo (como también concluía Javier Cercas) que todos éramos responsables y debíamos reconciliarnos aceptando una responsabilidad colectiva, mirando hacia el futuro, sin mirar al pasado, porque podríamos tropezar en el camino si no mirábamos hacia adelante. Esta visión es la dominante en el establishment político mediático español. Y ha sido una constante de los escritos de Javier Cercas en donde trata de la Guerra Civil colectivizando las responsabilidades de tal conflicto acentuando que todos somos responsables de lo que ocurrió en aquel periodo. 

No todos somos responsables
He escrito críticamente sobre esta postura y sobre esta novela de Cercas, mostrando que ni la Transición fue modélica ni la reconciliación fue voluntaria, ni todos somos responsables de que hubiera tal conflicto ni de que se desarrollara tal como se desarrolló. En realidad, la llamada reconciliación significó muchas renuncias por parte de los herederos de los vencidos y que explicaron por qué el producto de aquella Transición fuera una democracia sumamente limitada, con un Estado poco social, y poco redistributivo, claramente favorable a las fuerzas financieras y económicas que lo dominaban, y con una visión de España que excluye su plurinacionalidad. Pero mi crítica de Cercas no era solo sobre su supuesta tesis de reconciliación, sino también sobre el tono que aparecía en su escrito y narrativa, en el cual él, hijo de vencedores de la Guerra Civil, intentaba ser favorable a los vencidos, adoptando una actitud condescendiente que yo –hijo de vencidos- encontré ofensiva, como también lo encontró el hijo real del supuesto héroe o personaje principal de su novela, que se quejó de ello indicando que su padre no hubiera hecho lo que Cercas le atribuye en su novela. Es más que probable que Cercas no intentara ser condescendiente, pero lo fue. Solo los hijos de los vencidos conocemos en carne propia lo que significó perder la guerra, la represión que siguió, y las enormes injusticias y atrocidades que se cometieron. Lo que ocurrió en la Transición no fue una reconciliación sino un pacto entre dos bandos sumamente desiguales en cuanto al poder de decisión. Las derechas tenían a su disposición todos los aparatos del estado, además de los medios de información, mientras que las izquierdas acababan de salir de la cárcel, de la clandestinidad o del exilio. 

Un segundo libro, Anatomía de un instante, informaba de que no hubo ninguna conspiración o participación del Monarca en el golpe militar del año 1981. No era una novela, sino una investigación que confirmaba lo que el establishment mediático-político ha estado defendiendo. La evaluación de este libro tiene que ser, pues, distinta a la evaluación de una novela. De ahí que no la comente, excepto para indicar que creo que saldrá en su día evidencia que muestre que el Monarca no fue tan inocente como Cercas cree. 

Pero las fantasías de Cercas alcanzan ya otro nivel para adaptarse a otro componente de la sabiduría convencional de aquel establishment político y social que comienza a estar cansado de que continúe una gran presión popular para que se conozca lo que ha sido ocultado tanto tiempo. Y me refiero a la memoria de los vencidos. No hay plena conciencia del bochorno que representa a nivel internacional que el gobierno español continúe ignorando tanto la búsqueda de los cuerpos de los asesinados desaparecidos, como la verdad de lo ocurrido durante aquellos años de guerra y de la represión que les siguió. Y ahí es donde, predeciblemente, aparece el libro de Javier Cercas Impostor. Admite que hay una injusticia y que debe hacerse algo, pero la manera en que lo hace diluye el impacto y el valor de esta búsqueda, subrayando su tesis de que esta búsqueda de la memoria histórica es, además de ser parte de toda una industria, es también una falsedad, pues no hay ni “verdad” para descubrir ni “héroes” para homenajear. Solo hay víctimas que merecen “nuestra compasión y respeto” (cito textualmente lo que dijo en la SER). Pero nada más, porque cada persona tiene su verdad, y una víctima no tiene porque ser héroe puesto que “solo son héroes aquellos que dicen no cuando todos dicen sí” (otra cita). 

La supuesta industria de la memoria histórica
Este mensaje, por cierto, es el mismo que las derechas han estado promocionando desde el poder durante muchos años. Cercas es incluso más dañino con su manera de hacerlo, pues centra su trabajo en la figura de un impostor, que fue Enric Marco Batlle (ex presidente de la asociación Amical de Mauthausen), que resulta que nunca fue prisionero de ningún campo de concentración. Y a partir de este hecho concluye que toda memoria histórica tiene una falsificación en ella y, colectivizando la práctica de nuevo, asume que todos somos culpables de impostura y falsificación. Mediante tal socialización de la responsabilidad de lo ocurrido –en la que todos somos responsables- diluye y trivializa el hecho de que hubo personas responsables y otras que no lo fueron. En España hubo responsables de lo que ocurrió, incluyendo del bando del cual él procede –el bando de los vencedores-, que deberían denunciarse e incluso llevarse a los tribunales. Y ha habido otros –los perdedores- que incluyeron muchísimos héroes desconocidos que sufrieron enormemente porque creyeron en una causa, la republicana, que les implicó enorme sufrimiento y gran coste personal. Definir ahora la búsqueda de la memoria individual y colectiva de tales personas (en condiciones dificilísimas) como una industria es un insulto en letras mayúsculas a aquellos que están haciéndolo con una enorme pobreza de medios y a un enorme coste personal.
Una última observación. Javier Cercas ha aparecido en todos –repito todos- los medios del establishment mediático tanto televisivo como radiofónico, con su mensaje de que todos somos impostores, tranquilizando así, a él mismo y a los que él representa y que le promueven. Pero considero repugnante (y no hay otra manera de decirlo) que vaya utilizando los medios para dificultar la labor heroica de aquellos que, con un gran coste personal, están presionando para que se conozca, se homenajee y se retribuya a los que perdieron su vida, en una causa que les honra. 



Audio - Entrevista de Juanito Piquete a l'Enric Marco a Radio Bronka 2013

Entrevista amb Enric Marco Batlle, realitzada per Juanito Piquete al programa Voces Libertarias de Radio Bronka al mes de març del 2013.

Una entrevista en 4 parts

https://archive.org/details/EntrevistaEnricMarco1Part_201303

https://archive.org/details/EntrevistaEnricMarco2Part

https://archive.org/details/EntrevistaEnricMarco3Part

 https://archive.org/details/EntrevistaEnricMarco4Part

jueves, 23 de julio de 2015

Enric Marco
Juan Pedro (Sallent)

El vaig conèixer a l’enterrament de l’Agustín Rueda, era el secretari de la CNT de Catalunya i fou la persona que va fer el parlament al cementiri de Sallent, pres pels antidisturbis, en un clima d’odi i ràbia continguda per l’assassinat de l’Agustín. L’he vist moltes altres vegades, al món laboral o al món de l’ensenyament, a la FAPAC. La seva vida ha sigut un compromís i una entrega cap als dèbils i els oprimits. Actualment havia sigut reelegit per al tercer mandat al capdavant de l’Amical Mathaussen i casualment als actes de commemoració del seixanta aniversari de l’alliberament dels camps d’extermini nazi —ni tres mesos abans ni tres mesos després— es descobreix que ell no hi va ser en aquests camps, i tots els mitjans de comunicació que fins llavors havien tingut, la majoria d’ells, cap interès per l’Amical Mathaussen i per l’Enric Marco s’acarnissen amb ell com gossos de presa. Esperem que algun dia sapiguem els motius i interessos que hi ha darrera de tot plegat. L’Enric no va estar a cap camp d’extermini però si va ser torturat per la Gestapo i va ser processat amb petició de pena de mort, passant per un penal de l’Alemanya nazi i pels camps de treball. No va estar per tant als camps d’extermini però hi va ser prop. Per tant, algun coneixement del tema tenia. Si era necessari o no mentir per donar més veracitat i credibilitat durant les conferències i xerrades que dia rere dia feia sobretot als instituts , intentant conscienciar a la joventut. Cal tenir en compte que quan ella accepta la responsabilitat de l’Amical ja no queda cap supervivent en condicions físiques per aquesta feina. Per tant, com ell diu, intenta ser la veu dels sense veu i, en definitiva lluitar pel Mai Més, lema i consigna que van imposar-se els que van salvar la pell als camps d’extermini nazi. Explicar a tothom el que va succeir per tal que mai més la humanitat hagi de patir-ho. Calia mentir? Segons ell sí, cadascú que faci la seva valoració. Però que no pretenguin desqualificar tota una trajectòria vital que es exemplar, amb els seus 84 anys i molts pals a l’esquena. Ja voldríem els més joves tenir l’activitat i l’energia i el cap tan lúcid. Des d’aquí solament puc dir-te: ànims Enric!, i el cap ben alt! Ja voldrien els que intenten humiliar-te tenir una mica de la teva dignitat. I aquests mitjans de comunicació que s’han acarnissat amb tu, tant de bo posessin el mateix interès en denunciar als que avui en dia segueixen organitzant guerres i nous camps d’extermini en nom de la llibertat.

Original en castellà. Publicada a la revista el pèsol negre número 22, juny-juliol de 2005, pàgina 19.

Preparant una entrevista al company Enric Marco


Pep Cara

Publicat el 22 juliol 2015



Txema Bofill és un amic que fa grans entrevistes. Se les prepara i aquestes coses rarament habituals. Com és natural en algunes coses coincidim i en altres pensem diferents. A part d’un amic, el considero un «company». Això és important per mi. Podria dir que m’ha tornat a enredar perquè col·labori amb ell en aquesta entrevista. Però no seria del tot exacte. D’una banda, com he dit, respecto la feina del Txema fent entrevistes i d’altra banda, sap engrescar i encomanar l’entusiasme i això és una característica revolucionària.

El Txema em diu d’entrevistar l’Enric Marco. Un militant que vaig conèixer a Sallent l’any 2003 en l’aniversari de la mort d’Agustín Rueda. Em va agradar com va parlar. Vaig saber després que havia militant intensament a l’anarcosindicalisme durant la transició (vaga gasolineres, tema Agustín, etc.) i també sabia que fou de la primera escissió, el que ara és la CGT. Em va sorprendre veure’l al cap davant de l’Amical Mathaussen perquè no sabia que hagués estat —o no— a un camp d’extermini i perquè les Amicals, al contrari que la Federació Espanyola de Deportats i Internats Polítics (FEDIP) tenen l’origen en l’stalinisme més tronat. Encara recordo veure en directe l’any 2005 al Cuní informant de la impostura de l’Enric i destrossant-lo en directe. L’endemà va donar la cara i va anar als mitjans reconeixent les mentides i les veritats de la seva vida. Però als mitjans no els interessa la veritat ni la mentida. L’espectacle del moment va ser la lapidació pública de l’Enric. En nom de la veritat els periodistes —portaveus de la mentida institucionalitzada— van fer miques tota la persona i la seva activitat, a partir de la mentida sobre els camps. Realment no és poca cosa la mentida sobre els camps. Però el que intento dir és que en Marco va militar activament en moltes lluites, i molts en som i en sou testimonis. No dono per bo la seva mentida, em sembla molt malament, però no redueixo a l’Enric Marco a aquella mentida. El que més greu em va saber aquell 2005 és que gent de la categoria moral del Cuní, la Rahola, o qualsevol tertulià llepaculs, alliçones des de les altures i criminalitzes l’Enric. I amb l’Enric tot el relat dels vençuts, dels revolucionaris, dels anarquistes. Vist en perspectiva crec que els hi va anar de perles. L’Enric no era una persona còmode, va dir-los-hi a la cara, no sé si al Congrés, que els camps d’extermini encara existien, que els règims concentracionàris no eren res del passat, existien a molts països, com per exemple Israel. En pocs dies en Bermejo feia saltar la llebre. Al pèsol negre vam publicar una carta de l’amic i company Juan Pedro de Sallent —crec que la publicarem aquí també—, en una línia similar al que dic jo avui. Vam negar-nos a publicar cartes de companys d’altres anarcosindicals que volien apuntar-se a fer llenya de l’arbre caigut.

Bé, som dilluns a la tarda, fa molta calor i estem a una terrassa d’un cafè de Sant Cugat amb l’Enric. Està fotut per la recent mort de la seva companya. I afectat per la immoralitat feta paper perpetrada pel Javier Cercas. Finalment no gravem, no fem l’entrevista, només parlem durant tres hores llargues. Tenim idees i material per l’entrevista futura. La conclusió és que l’Enric és un company. Un militant que ha estat a mil mogudes i que ha fet coses grans, bones i també dolentes. La realitat és complexa: una cagada no treu valor al compromís d’anys ni aquest munt de feina tampoc treu importància a una acció del tot equivocada. Una altra conclusió és que cal fer justícia, posar les coses en la perspectiva real. El Txema està disposat a fer-ne. M’agrada la gent que no pot evitar participar en les lluites per la justícia.

Firmat com Pep Cara (Berga) publicat al Catalunya 174.

martes, 21 de julio de 2015

Jo acuso... a Javier Cercas: el gran impostor.



L'ultima novel·la del Cercas «El impostor» és sobre l'Enric Marco. En Cercas el considera el monstre de la impostura, el Maradona de la impostura.
L'Enric Marco és un un antic milicià de la revolució, segurament dels pocs que queden vius i amb el cap ben clar, un militant anarcosindicalista, ex secretari general de la CNT a Catalunya i Espanya, víctima del franquisme i nazisme. Va estar explicant l'horror nazi per escoles, institucions i Parlament, fent-se passar per deportat. Se'l va linxar per aquesta falsedat en els Mitjans de desinformació que patim. En Cercas el remata en un llibre de 421 pàgines i ho aprofita per a reescriure la Història, com ja és habitual en les seves novel·les.


Comencem per una anècdota:
En la portada del llibre està la clau: JAVIER CERCAS. El impostor. El gran impostor és en Cercas. El disseny el deuria crear algun subversiu. L'imatge mostra un tipus gris, classe mitja, oficinista, de l'edat d'en Cercas, que s'amaga, i un nom amb majúscules, JAVIER CERCAS, i el qualificatiu El impostor. L'home de l'edat d'en Cercas, es tapa la cara, observa d'amagat entre els dits. Es tracta evidentment d'un veritable lapsus freudià, d'ordre psicoanalític.


La falsa novel·la “El impostor” és una impostura.
És un engany de l'inici al final. Un gran engany sobre la vida del Marco, una manipulació de la Història, i un frau als lectors. «El impostor» del Cercas és vomitiu i tòxic. Prosa de mercenari.
El llibre és un exemple de com el Sistema controla i destrueix els dissidents. És un exemple d'un escriptor al servei dels que manen. No la recomano, a no se que es vulgui investigar com ens influeixen, com ens controlen, com es manipula la Historia. Revisionisme ben pagat i publicitat oficial.

¿Com pot ser que en Cercas per denunciar a un suposat impostor, ha de construir una gran impostura amb aroma verinós de claveguera moral?

«L'impostor» és un dossier policíac i psiquiàtric.

El impostor no és una biografia de l'Enric Marco. En tot cas seria l'autobiografia del Cercas, ja que ell ens explica com va construint la novel·la i es projecta en la vida d'un Marco «impostor». Tampoc és una novel·la real, no fictícia, com l'anomena en Cercas. «El impostor» és el resultat d'una investigació policíaca i també psiquiàtrica, completament inventada utilitzant dates biogràfiques de l'Enric Marco des del naixement. És un dossier inquisitorial, que li han donat mastegat, que el Cercas ha novel·lat, passat en net, segons diu ell. Una investigació destructiva, terrorista, sinistre, com són les de la policia política i dels psiquiatres al servei de la policia.


Hi ha dos personatges falsos, trets de la realitat.

En Cercas, que s'autyopresenta com l'investigador de “la veritat” de l'Enric Marco. Un personatge totalment fals i repugnant. S'erigeix en investigador de la veritat i jutge a la vegada. Es designa com l'immaculat portaveu de la veritat, posant-se una màscara immunda a la seva mesquinesa. Pronostica que “el llibre matarà a l'Enric Marco”, «La veritat que estic explicant en aquest llibre el matarà». Tota la farsa es basa en uns psiquiatres i psicolegs, que no nombra, anònims, que han
«El impostor» es un dossier policial y psiquiátrico.diagnosticat a l'Enric Marco de “Narcís de manual” a partir d'una perversa campanya mediàtica. Uns psiquiatres, potser del CSID o de qualsevol altre institució policial, que diagnostiquen a distància i elaboren qüestionaris per a classificar dissidents.
La realitat és diferent: En Cercas real en el personatge de la novel·la fa d'inquisidor, de Torquemada i botxí. I de comissari polític al des-valoritzar tot el que representa en Marco. Aprofita per desprestigiar als anarquistes, al moviment llibertari, per reescriure la història i arrasar amb la memòria històrica sobre les víctimes del franquisme. En Cercas fa creure que representa la veritat històrica, que correspon a la dels guanyadors de la guerra, la dels assassins, la dels que manen ara i el paguen. I tots segueixen en impunitat. L'Enric Marco és el cap de turc.

L'Enric Marco, segons el pseudo investigador Cercas, o segons els investigadors policials que l'han assessorat, és el fals heroi, un mentider compulsiu de tota la vida. Ressalten que l'Enric Marco va néixer en un manicomi, d'una mare boixa, i l'equip d'investigadors i psiquiatres conclouen que és «un narcís de manual», i evita mirar-se al mirall per no morir. El classifiquen com una persona amb un gran ego. Interpreten, en Cercas i Cia, que es va fabricar una altre vida per escapar al seu ofici de mecànic, a una vida trista, avorrida, monòtona, com diu en Cercas, són les vides dels treballadors. Segurament és una projecció més de la vida avorrida, monòtona, trista i d'oficinista i poc creativa del Cercas. Tot el dia escrivint per les elits. Com ho pot aguantar un tipus que es diu d'esquerres? Un cas de psiquiatria...

En Cercas, al escriure la falsa novel·la, vol fer de mirall, mostrar-li la veritat a l'Enric Marco, per així liquida'l. S'obsessiona amb la llegenda de Narcís. Ho repeteix com un tantra al llarg de la novel·la: Narcís mort quan es mira al mirall. De fet, en Cercas ha fabricat el seu propi mirall i s'hauria de morir al mirar-se, al menys de vergonya.

En Cercas insulta a l'Enric Marco de ser un ésser repugnant, desagradable, i un plegat d'improperis, que ni vull enumerar. Un dossier letal ple de mentides, escrites a consciència, barrejades amb algunes veritats, destinat a capgirar la vida d'un gran home.
El sinistre Cercas l'interroga com Torquemada, i la víctima acaba confessant, segons la novel·la. Aquesta és la fantasia de mosquit del Cercas. Per a completar el quadre, en Cercas confessa que ha gaudit molt escrivint aquest llibre.

L'Enric Marco real té poc a veure amb el del llibre. En realitat és un milicià sobrevivent de la Revolució del 36, un militar destacat en la guerra civil en defensa de la República, un resistent i opositor al franquisme i al nazisme, un molt bon líder sindical en la transició, un capdavanter de la memòria històrica de les víctimes del franquisme i nazisme. Per tot això és objecte d'una investigació especial, que l'ha d'anular. I ara, als 94 anys, resisteix i denuncia com ho ha fet sempre. Un gran i admirable militant. Una vida dedicada als altres, al contrari d'un Narcís. Una vida exemplar, s'estigui o no d'acord amb les seves posicions polítiques. Un quixot, com n'hi han pocs.


L'autor, un fals novel·lista

La impostura del Cercas és fer-se passar per novel·lista amb l'objectiu perniciós d'acarnissar-se amb un ancià indefens i i víctima d'un linxament mediàtic. I lucrar-se en la feina bruta.

Javier Cercas és un escrivà hàbil i prostituït. És un funcionari lleial i dòcil amb els Poders instituïts. El va descobrir en Vargas Llosa, el pontífex màxim del neoliberalisme ultra, un reaccionari amb màscara de socialdemòcrata. En Cercas és el seu deixeble de províncies. També és un neolliberal amb pell de esquerrenós, antifranquista i fins i tot ateu (wikipedia) Es veuen sovint i es comuniquen. En Cercas va firmar-li un comunicat contra el català i d'altres.

En Cercas és un covard. S'atreveix amb els febles, però no amb els poderosos. Destrossa amb mentides a l'Enric Marco sense compassió. És un cínic, ja que li va dir que sols el volia rehabilitar, escriure la veritat.
El que no se va atrevir a fer el milicià del Collell, afusellar en Sánchez Maza, l'ideòleg falangista, és el que ha fet el mercenari Cercas amb l'anarquista sobrevivent de la Revolució, l'Enric Marco. El Cercas ha disparat contra un antic milicià de veritat sense compassió i per diners.

En Cercas és un pervers. Desacredita i insulta a l'Enric Marco en els mitjans de comunicació, on campa com a casa seva, mentre en Marco no es pot expressar. En Cercas és un vulgar vampir de geriàtric, xuclant la sang a un venerable milicià i militar de la República.

Javier Cercas és un difusor del pensament dominant i de les mentides criminals de l'Imperi.

L'inquisidor Cercas sols agafa allò que pot sembla dolent del Marco, o lo bo que pot capgirar en dolent. Ho capgira tot, amplifica alguna contradicció i intenta que confessi. Se la passa arrencant informacions als amics i familiars i al propi Marco. Projecta, interpreta, suposa i menteix sols en un sentit: la vida de Marco és una gran mentida. La vida exemplar de lluitador, resistent, formador, bon company, no interessa al pseudo-investigador Cercas.

La realitat del Cercas és que fa de comissari polític, o ho és.
Series capaç, Cercas, de posar-te la lupa d'augment a sobre teu? T'agradaria que et llencessin a sobre teu els dòberman que tu has llençat?

Qui ha fet l'encàrrec?

                           Gràfic de Roser Pineda
 
Segurament en Vargas Llosa. Potser sols com intermediari. En un dels seus sopars li diu textualment: “Marco es un personaje tuyo. Tienes que escribir sobre él”.

Conèixer qui ha fet l'encàrrec és important per analitzar correctament la novel·la, on l'impostor Cercas fa d'investigador de la veritat, psiquiatre, psicoanalista i historiador, sense ser-ho.


Quines finalitats?

La investigació final feta per l'equip del Cercas, és esbiaixada i te una finalitat criminal, la de desprestigiar i controlar completament i sense pietat a l'Enric Marco. Anular-lo, matar-lo.

Com és fa?
Amb un dossier com el que ha fet en Cercas, amb un control absolut de la persona. Cercas ha seguit el manual de les policies polítiques actuals. Els que controlen a les persones, a polítics i a dissidents, són els que tenen el poder. Els que controlen el passat , controlen el present. Per això promocionen en Cercas. Aquesta és la finalitat primera, manifesta i necessària. Del dossier policíac ja en parlarem. Segons en Cercas, li varen donar fet. Només li ha calgut passar-ho en net.

La finalitat no-dita, però manifesta al llarg del llibre, és desprestigiar tot el que representa l'Enric Marco: el milicià que combat amb armes a favor de la Revolució, el militar que defensa la República, els ideals anarquistes, la memòria històrica de les víctimes del franquisme, l'anarcosindicalisme.

Una altre finalitat seria la de protegir i ocultar als veritables impostors, als que diuen mentides criminals i delictives, que és el pa de cada dia, els amics del Cercas: la màfia de El País, Vargas Llosa i demés servidors dels amos.

En Cercas fa creure que totes les coses bones que ha fet en Marco, i tots els seus ideals, son una impostura, una estratègia de mentida per a alimentar un monstre, una persona fictícia que s'ha inventat.

Aquestes estratègies professionals i perverses per enfonsar a l'Enric Marco no se les ha inventades l'obscur, mediocre i pseudo novel·lista, que és en Cercas. Algú l'ha ajudat....

Resumint: l'impostor Cercas es carrega a les víctimes del franquisme i a la reduïda i inexistent memòria històrica de les víctimes, a la CNT i al moviment llibertari, i al Marco, com hipèrbole de la impostura.


«Qui ho diria, els debils mai es rendeixen» Mario Benedecti.
L'Enric Marco és un irreductible i no se'n penedeix del que ha fet i menys de totes les coses bones i de les lluites llibertàries. No s'ha deixat controlar pel Cercas. Ni es rendeix, ni confessa. Tot el contrari. L'està denunciant de mentider, d'estafador, d'impostor, tot i que no te accés als mitjans que ens controlen.
Sense confessió les 421 pàgines del Cercas no serveixen. En Cercas li fa alguns elogis per a sedueixi'l. Li va fer el regal que li va trobar un dels seus col·laboradors: una retall de la Vanguardia en la que està escrit, i per tant certificat, que fou un militar destacat de la República, en "la Vanguârdia" del 29 setembre 1938. No és "la Vanguardia española", com s'escriu en «El impostor», sinó simplement "la Vanguardia". Un error de «El impostor» que no te res a veure amb la naturalesa essencialment hipòcrita del Cercas. En cercas el va intentar enganyar per a que confessi, com ho fan els policies «bons» quan interroguen. L'animava a confessar-se a ell amb mentides: Li feia creure que el dolent Benito Bermejo estava escrivent un llibre contra ell i per tant li argumentava que era millor es confessés amb ell, perquè ell estava a favor seu. L'hipòcrita Cercas li feia creure que estava a favor d'ell! Un mentider, un impostor. En Cercas queda auto retratat al llarg de la novel·la com interrogador policíac.


La Mercè Mas

El marit de la Mercè Mas és en Cercas. Una bona noticia del llibre és que sembla que la Mercè el vol deixar. La Mercè era de la nostre colla de la Bisbal, una flor especial de la bohèmia i la contracultura, i també militant de la CNT a la Bisbal d'Empordà al començament de la transició. Li agradava molt el teatre. Segons el Cercas la va enganyar amb l'autobombo de que era escriptor. I també, segons en Cercas, la Mercè el va enviar al psicoanalista.
Crec que amb aquest llibre, “El impostor”, la impostura del Cercas haurà augmentat i el seus traumes i perversitats hauran empitjorat. Ara la Mercè l'haurà d'enviar al psiquiatre.

L'altre bona noticia del llibre són els dos anàlisis de la Mercè sobre el cas Marco. Son molt breus i de sentit comú, anàlisis que desmunten la falsa novel·la del seu home. Són aquests:

- ¿I a qui ha fet mal en Marco amb això (la mentira d'encarnar-se en deportat nazi)?

-El que no entenc és que s'acarnissessin amb ell com es van acarnissar, quan hi han tan pocavergonyes que han provocat morts, que han robat i han fet tota classe de porqueries i no és que ningú es fiqui amb ells: és que tot el mon els hi llepa el cul.

La Mercè conviu amb un dels més grans llepaculs i impostors. No es per alegrar-nos. El fals Cercas li dedica una novel·la falsa, tòxica i criminal, com si fos una novel·la original, un llibre decent, una novel·la que rehabilita al linxat i estigmatitzat Marco. Tot el revés.

El Cercas no hauria d'haver involucrat a la Mercè en aquest llibre vomitiu ni tampoc el seu fill Raül. No veig la gràcia a dedicar un llibre tòxic a les persones que estima més.Jo acuso... a Javier Cercas: el gran impostor. No està bé del cap. No hauria d'haver utilitzat al seu fill Raül de càmera per a gravar les entrevistes per a liquidar un vell milicià. Unes gravacions que devien analitzar especialistes en el control de persones...


Uns suggeriments pel cas psiquiàtric «Cercas»,

Remeis gratis, naturals, sense professionals pel mig:

El primer. Deixar de ser un llepaculs, un quintacolumnista, un traïdor, un espia, un infiltrat, és a dir, un impostor. Això seria un gran pas cap a la decència i l'autenticitat.

El segon. Que el Cercas s'atrevís a escriure un llibre contra els grans i reals impostors, els que han mentit criminalment, com Aznar, Rato, Rajoy, Vargas Llosa i la majoria de polítics amb poder i periodistes al seu servei. El pobre Cercas hauria de renunciar a ser traduït, adulat com a bon escriptor pels 4 llepaculs de El País. Hauria de renunciar a ser difós globalment. I cobraria mil vegades menys.

Tercer. Tenir el valor de retirar “El impostor” de totes les llibreries. Algunes ja ho han fet quan s'han assabentat que és un llibre tòxic i una falsa novel·la.


Txema Bofill,   txemabo@gmail.com

Quan vaig escriure aquestes ratlles no havia acabat el llibre. La resta del llibre confirma aquestes petites notes. I puc dir que em quedo molt curt, de moment.
Continuarem


Web, on recollim informació sobre en Javier Cercas. I també sobre l'Enric Marco:



En defensa de la «mentida» de l'Enric Marco


L'Enric Marco ha estat linxat mediàticament per una mentida venial i rematat pel sinistre Cercas en la novel·la «El impostor».